Durante las Fiestas casi todos hemos tomado demasiados alimentos ricos en grasas saturadas como son las carnes rojas, los embutidos o algunos dulces y postres, y eso, según los expertos, podría haber incrementado nuestras tasas de colesterol en sangre hasta en un 10 por ciento. Por eso, el doctor Leandro Plaza, presidente de la Fundación Española del Corazón (FEC), alerta de que “después de un mes de excesos alimenticios y abandono de los hábitos saludables, tener el colesterol elevado es un factor de riesgo para el desarrollo de enfermedades cardiovasculares y, actualmente, uno de cada dos adultos españoles lo tiene por encima de los niveles totales recomendados”.
Para mantener los niveles correctos de
colesterol (por debajo de 200 ml/dl) se recomienda una alimentación variada y
equilibrada que incluya un mayor aporte de fibra, verduras, carnes magras, pescado
azul, lácteos desnatados o bebidas vegetales, frutos secos y aceite de oliva y reducir el consumo de
alimentos ricos en colesterol y en grasas saturadas.
Pero
además, este es el mejor momento para introducir en nuestra dieta nuevos
alimentos dietéticos anticolesterol que se conviertan ya en un hábito saludable
para todo el año. Estos son nuestros aliados anticolesterol;
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Tomar perlas de aceite de
pescado rico en omega 3 ya que este tipo de grasa tiene la capacidad de reducir
los niveles de colesterol en sangre así como de generar una serie de compuestos
(eicosanoides) con propiedades beneficiosas a nivel circulatorio
(vasodilatadoras, antiagregantes plaquetarios, etc.). Los ácidos grasos omega 3
tienen también una influencia importante en cuanto a la disminución de los
triglicéridos y en consecuencia del riesgo cardiovascular.
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Añadir más fibra soluble
a la dieta ya que ésta dificulta la absorción de colesterol y de las grasas en
general. Los alimentos que más fibra
soluble contienen son el salvado de avena, las semillas de lino, la glucomanana
o el opuntia (cactus nopal), la goma guar, el chitosán (fibra procedente de
cáscaras de crustáceos), las algas y las
pectinas. Algunas de estas fibras se pueden añadir a los platos en forma de polvo
o escamas y otras se consumen en
cápsulas.
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Incluir lecitina de soja en
el menú diario, ya que este fosfolípido aislado de la soja actúa como un
emulgente natural de las grasas, facilitando tanto su digestión como su
transporte. Algunos estudios han mostrado que tomar 12 gramos de lecitina al
día reduce el colesterol malo y los triglicéridos y al mismo tiempo sube el
colesterol bueno (HDL).
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Tomar fermentos lácticos
(probióticos) ya que se ha comprobado que tener un número suficiente de
bacterias beneficiosas en el intestino produce efecto reductor del colesterol y
los triglicéridos. Se pueden tomar en viales que garantizan llegan al intestino
un mínimo de fermentos.
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Recurrir a las plantas
anticolesterol por excelencia, que se pueden tomar en infusión, en extracto, en
cápsulas, en comprimidos, en perlas o viales. Plantas que por su acción sobre
el hígado y la vesícula, ayudan a disminuir los niveles de colesterol en sangre
como la alcachofa, el diente de león, el boldo, el cardo mariano y la fumaria.
Otras que por su alto contenido en fibra facilitan la eliminación de colesterol
y reducen su absorción como la zaragatona, el llantén, la malva y el
malvavisco. Y otras plantas que ayudan a bajar el colesterol y las grasas por
diferentes mecanismos como el olivo, garcinia, té verde y fucus.
Como se ve, hay muchos recursos naturales para volver a los niveles
óptimos de colesterol tras los excesos de la Fiestas.
Texto: Tareixa Enríquez
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